Gabriela Pulido
¿No es curiosa la similitud entre el corazón y el puño? 


Algunos te gritaron que el amor no existe, que te destruye, te desgarra o te hace bruto. Otros te han vendido la idea de la "media naranja" y que el amor tiene que llegar al altar, de que tienes que buscar una pareja adinerada o que algunos de los 2 (O los 2) trabaje 48 horas a la semana para que tener una familia a la que nunca le falte nada. Para eso, tú o tu pareja (O los 2) tienen que durar años detrás de un escritorio, postrados en una silla giratoria sin realizar los sueños que tienen realidad, dándole ese ejemplo a tus hijos que están siendo cuidados y educados por desconocidos en la época más importante de sus vidas para que posiblemente repitan lo que haces ahora y se vuelvan esclavos del dinero, que nos hace olvidar el valor verdadero de lo que nos da la vida cada día, de las leyes, que nos imponen por el simple hecho de nacer en esta tierra, del miedo, que sólo existe en nuestro imaginario y no es más que una duda sobre lo que va a suceder en el futuro, por lo tanto nos hace olvidar el presente que es lo único que tenemos en realidad y de todo eso que ha limitado al humano durante muchas décadas.
O tal vez, uno de tus hijos se oponga a tu forma de vida, empiece a buscar opciones diferentes… Pero llegarás tú a “salvarlo”, a juzgar sus intentos, a buscar una forma de que renuncie, se conforme con tu forma y entonces él llega al punto en el que tiene que decidir si renunciar a buscar una forma diferente de vivir y renunciar a ti porque te has convertido en un límite o no. Ahora eres una más de las limitaciones que han puesto y siguen poniendo para que renunciemos y nunca conozcamos el amor verdadero porque ese es el que nos da la libertad y no nos quieren libres.
¿Por qué te rendiste? Las caídas en el camino hacen que la gloria al final sea más placentera pero tú decidiste quedarte en el lodo por miedo a caer otra vez. Si te rompen el corazón no vuelves a amar o decides buscar alguien seguro, alguien que no te vaya a dejar, lo encuentras y sin importar que no lo ames o que te ame ahí te quedas… Recordando con melancolía esa vez que sentiste amor, el cual no vas a volver a sentir porque tienes miedo al fracaso, a volver a derramar lágrimas pero… ¿Qué nunca te dijeron que para llegar a lo que anhelas hay que resistir? No importa, ahora ya lo sabes, lo que no sabes es cuánto admiro que sigas leyendo este mensaje y que no seas parte de los que dejaron de hacerlo en la mitad porque eso significa que tú no quieres dejar tus sueños y convicciones a medias ¡Así que esta es tu oportunidad para pararte y resistir!

Que el puño tenga el mismo tamaño que el corazón, no es una coincidencia, el puño simboliza lucha y el corazón amor. Los dos están totalmente ligados, por esa razón hay que luchar por el amor y no una, dos, ni tres veces ¡Los intentos que sean necesarios! Caer y volver a pararse, pasar cada uno de los obstáculos, romper cualquier barrera, sonreír ante todo problema para conseguir el amor que tanto anhelamos hay que resistir.
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