Gabriela Pulido
Y uno aprende...
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.

Y uno aprende...

que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza aprender...
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.


Y uno aprende...
a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes,
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende...
que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema.

Jorge Luís Borges

 
0 Responses

Publicar un comentario