"Atreverme a ser yo misma" -se dijo- "desde luego, no es difícil porque nadie más que yo sabe cómo soy" pero luego se abrumó, entendió que a veces ni ella misma sabía quién era, que llevaba máscaras a cualquier lugar donde iba, y que no sólo engañaba a los que la observaban, sino que se creía el papel de esa pelicula a la que le obligaba un fin para terminar de conocerse. Saber quién era no fue tarea fácil, fue pasar de la aceptación al perdón, del dolor a la resignación, y del odio al amor, porque en un paso descubrió que llevaba mucho tiempo faltando a sí misma por hacer felices a los demas, por buscar y buscar diversión, salir, disfrutar, conocer, disfrutar, y así, con la excusa de una felicidad propia se ahogaba en un vaso de infelicidades, y sin saber en qué meollo se estaba metiendo, decidió saltar del vaso y vaciar sus pulmones de tantas lágrimas, y empezar la travesía de conocerse, de estudiarse y sobre todo de CREARSE. Porque entendió que poseía un poder incalculable, el de elegir qué hacer consigo misma. Cuando una mujer empieza a ser madre, siente la enorme satisfacción de ser la responsable de una criatura; la protectora, la maestra...
Lo que la mayoria de las personas no saben es que siempre hemos sido responsables de nosotros mismos, nuestros protectores natos, y nuestros grandes maestros. Antes de empezar a conocer el mundo, debemos conocernos a nosotros mismos, porque "¿cómo el ser humano pretende conocer de la muerte si ni siquiera es capaz de descifrar qué es la vida?".
Vamos viviendo esto llamado vida, de una manera tan errónea, y no sabemos que el principal motivo de nuestras fallas, en cualquier aspecto, es el poco conocimiento a cerca de quiénes somos. Conócete, aprende de tí y ponte límites, para no hacer ni hacerte daño, vive para hacer y ser feliz.Tenemos el poder de elegir quiénes queremos ser, como una pelicula, nosotros somos los directores. No elegir qué mascaras utilizar cada mañana, sino definir en qué creer, qué valores nos rigen y cómo queremos vivir.
Yo elijo ser feliz, bajo cualquier circunstancia elijo aceptar mi vida tal cual es y a pesar de ello, sonreir, porque para los depresivos siempre existe una excusa para llorar, para los soñadores siempre existirá un motivo para vivir.
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